En el desarrollo de la Web3, uno de los componentes fundamentales son los smart contracts o contratos inteligentes.

Los smart contracts, que nos permitieron cambiar la forma en que interactuamos en línea, son programas autoejecutables almacenados en la blockchain, los cuales automatizan acciones predefinidas cuando se cumplen ciertas condiciones. 

Estos contratos o acuerdos, a pesar de su nombre, no son contratos en el sentido tradicional, ya que no requieren la intervención de abogados o terceros para hacer cumplir sus términos. En cambio, la confianza de los smart contracts radica en su código para garantizar la ejecución precisa y automática.

Orígenes de los smart contracts

Aunque los smart contracts se han vuelto famosos gracias al auge de la tecnología blockchain, su concepto se remonta a 1994, cuando Nick Szabo acuñó el término. En ese momento, él imaginó la posibilidad de crear contratos en código que pudieran ser autoejecutables y sin necesidad de confianza entre las partes, aumentando la eficiencia y eliminando la ambigüedad en las relaciones contractuales.

Nick Szabo comparó los contratos inteligentes con una máquina expendedora. Con esto, se refería a que cuando introducimos la cantidad de monedas correcta, la máquina entrega los bienes solicitados. A través de esta analogía, Szabo explica que los smart contracts requieren poca o ninguna confianza entre las partes involucradas.

Sin embargo, su implementación práctica solo se hizo posible con la llegada de la tecnología blockchain, que proporciona un libro de registro compartido, transparente e inmutable, lo que respalda la ejecución de dichos contratos.

De todos modos, los smart contracts pueden ser vulnerables si no se programan correctamente, por lo que es esencial realizar auditorías de seguridad antes de su implementación, para así evitar posibles problemas de seguridad.

La implementación de los smart contracts

No fue hasta el lanzamiento de Ethereum, la blockchain más popular del mundo luego de la red de Bitcoin (BTC), que se desencadenó la popularización de los smart contracts.

Tanto la capacidad de ser programada como su flexibilidad, la han convertido en un entorno ideal para implementar estos contratos inteligentes. En la red Ethereum, los smart contracts se ejecutan a través de la Ethereum Virtual Machine (EVM), una máquina virtual que permite la ejecución de código en la blockchain.

Así, los smart contracts han sido y seguirán siendo esenciales para las finanzas descentralizadas (DeFi), para el surgimiento de videojuegos y redes sociales descentralizadas (GameFi y SocialFi, respectivamente), la tokenización de activos de la vida real (RWA) y las comunidades Web3.

Esto, porque permiten la automatización de transacciones financieras y la eliminación de intermediarios, lo que reduce los costos y aumenta la eficiencia. 

Tras el lanzamiento de Ethereum, la gran mayoría de proyectos blockchain integran la capacidad de escribir y ejecutar smart contracts, cuyas aplicaciones descentralizadas (dApps) permiten programar transferencias de fondos, pagos condicionales, votaciones y subastas, entre otros.

En la actualidad, los contratos inteligentes se han implementado en varias industrias y áreas de desarrollo, como son los casos de:

• FEDERITALY: esta organización sin ánimo de lucro, que protege el espíritu empresarial italiano, se asoció con la fundación DFINITY para certificar la autenticidad de los productos “Made in Italy”. Al generar un código QR para cada producto, es posible verificar su genuinidad en la blockchain de Internet Computer Protocol (ICP).
• Nigeria y la Propiedad Intelectual: el Gobierno nigeriano concedió a Developing African Group la licencia exclusiva para desarrollar una plataforma en la que los ciudadanos de Nigeria puedan registrar sus derechos de propiedad intelectual. El permitirá la comercialización internacional de todas las formas de propiedad intelectual creadas y registradas en Nigeria, al utilizar la blockchain de Algorand.
• Fan tokens: los fan tokens son activos digitales programados en la blockchain que permiten acercar y mejorar la relación entre los clubes deportivos y su comunidad. Quienes sean poseedores de estos tokens, tendrán la posibilidad de votar en las decisiones del club y acceder a experiencias exclusivas. Equipos de distintas disciplinas como el FC Barcelona, Alfa Romeo y UFC cuentan con su fan token.
• JR Kyushu Railway Company: la empresa ferroviaria japonesa, que también posee hoteles, restaurantes y farmacias, lanzó sus NFT en Astar Network, una parachain de Polkadot, para acercarse a sus clientes y crear nuevos puntos de contacto, al tiempo que mantiene un registro holístico de su experiencia de viaje.

La programación de smart contracts es una tarea que requiere el uso de lenguajes de programación específicos, siendo Solidity el más popular de todos. Sin embargo, lenguajes como Rust y Vyper también son bastante utilizados. Incluso, ya es posible trabajar con lenguajes más cotidianos como Python y JavaScript.

En la gran mayoría de casos, para ejecutar un contrato inteligente en la blockchain es necesario pagar tarifas, ya que requieren recursos computacionales para funcionar. De todos modos, tienden a ser mucho menores en comparación a los modelos tradicionales.

Smart contracts y la Web3

Los contratos inteligentes rigen las reglas de los acuerdos que ocurren en la Web3, pues establecen las condiciones de las transacciones sin necesidad de una autoridad centralizada para su verificación. 

Al eliminar la necesidad de depender de terceros para garantizar el cumplimiento de los términos de un acuerdo, agilizan el proceso de creación, gestión y aplicación, al mismo tiempo que reducen significativamente la posibilidad de fraude o incumplimiento.

Los contratos inteligentes sustentan la Web3 y el nuevo panorama digital, al fomentar el mundo descentralizado. A medida que la gente comprenda y confíe en la tecnología blockchain, los contratos inteligentes estarán cada vez más presentes en nuestra vida.

Más sobre la Zona Tres:Twitter | Discord | YouTube | LinkedIn